No creo en Dios, pero si es él quien te puso en mi camino, comenzaré a creer. Desde el momento en que te vi supe que de tus labios la crudeza del ser humano brotaría, frases llenas de dolor. Sé que la vida nos juega una mala pasada. Intento comprender lo que está pasando por tu mente, sí, tu mente, pues tu corazón está sintiendo lo contrario y eso me da un poco de vida y la última esperanza, creo que no todo está perdido y esperaré por ti, pacientemente frente a la hoguera de mi chimenea para compartir cada momento de nuestras vidas.
Me di cuenta de que te necesito y extraño más de lo que imaginada, todos los momentos que me brindaste, cada sonrisa, cada caricia e incluso los pocos besos que mis labios disfrutaron son ahora parte de un hermoso recuerdo. Ahora para remediar todo ese dolor no me queda más que cerrar los ojos y pensar en ti, solo así lograré soportar el tenerte lejos de mí.
El destino es cruel, juega con las vidas de los que creemos en el amor, ya lo dice la canción nos tira, levanta y nos vuelve a tirar. Sé que tu destino es diferente al mío, entiendo que no podamos estar juntos, comprendo que el destino quiere que solo sea tu amiga, pero advierto que el amor que siento por ti es más grande que el destino.
Declaro que el amor que siento por ti es un eclipse, una estrella fugaz, un universo por conquistar.
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